Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, son los terceros molares que suelen salir entre los 17 y 30 años. No todas las personas tienen las cuatro muelas del juicio y en algunos casos no erupcionan por completo, lo que puede afectar la dentadura. Consultar a un profesional es necesario para evaluar cada caso y determinar si se necesita una extracción. La extracción se realiza bajo anestesia local y puede implicar la separación de las raíces y la remoción de hueso.

 

¿Qué son las muelas del juicio?

Son los últimos molares en aparecer en la boca, ubicados en la parte posterior del maxilar superior e inferior. Estas muelas tienen su origen en nuestros antepasados, cuando se necesitaban mandíbulas más grandes para masticar alimentos que requerían mayor esfuerzo.

No todas las personas tienen las cuatro muelas del juicio, y en algunos casos no erupcionan por completo. En ocasiones, estas muelas pueden quedar impactadas en el maxilar o la encía, lo que significa que no logran salir adecuadamente. Esto puede causar diversos problemas dentales y bucales.

Aunque las muelas del juicio han perdido su función esencial en nuestra boca, es importante conocerlas y entender cómo pueden afectar nuestra salud bucal.

 

¿Para qué sirven las muelas de juicio?

Las muelas del juicio, también conocidas como cordales, tienen su origen en nuestros antepasados, cuando se necesitaban mandíbulas más grandes para masticar alimentos que requerían un mayor esfuerzo. Sin embargo, en la actualidad, estas muelas no tienen una función esencial en nuestra boca.

En la mayoría de los casos, las muelas del juicio causan más problemas que beneficios. Su erupción puede ocasionar diversos problemas dentales, como falta de espacio en la dentadura, apiñamiento dental e incluso el bloqueo o retención que impide su salida completa.

Además, las muelas del juicio son propensas a acumular sarro y bacterias en áreas de difícil acceso para el cepillo, lo que puede llevar a problemas de salud bucal como la formación de caries. Incluso en el caso de muelas incluidas, es decir, las que no erupcionan por completo, se pueden formar quistes que requieren intervención odontológica.

Por todas estas razones, en muchos casos es necesario extraer las muelas del juicio. Sin embargo, cada caso es único y es importante contar con la evaluación de un profesional para determinar si la extracción es necesaria o no.

 

Síntomas de las muelas del juicio

Las muelas del juicio pueden causar diferentes síntomas cuando están erupcionando o cuando hay problemas asociados a ellas. Algunos de los síntomas más comunes son:

  • Dolor en la zona de las muelas del juicio. Este dolor puede ser constante o intermitente y puede irradiarse a otras áreas del rostro o cabeza.
  • Inflamación y enrojecimiento de las encías cerca de las muelas del juicio. Esto puede provocar sensibilidad y dificultad para masticar alimentos correctamente.
  • Dolor al abrir la boca o al morder. Esto puede hacer que sea incómodo comer o hablar.
  • Mal aliento persistente. La acumulación de bacterias y restos de comida alrededor de las muelas del juicio puede generar mal aliento.
  • Presión en los dientes adyacentes. Si las muelas del juicio no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente, pueden presionar y desplazar los dientes cercanos, causando apiñamiento dental.
  • Infecciones en el área de las muelas del juicio, que pueden manifestarse con dolor intenso, hinchazón y la formación de abscesos.

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden variar de una persona a otra y que no todas las personas experimentarán los mismos síntomas. Si se presentan alguno de estos síntomas, es recomendable acudir a un odontólogo para evaluar la situación y determinar si es necesario tomar alguna medida, como la extracción de las muelas del juicio.

 

¿Cuándo es necesario extraer las muelas del juicio?

La extracción de las muelas del juicio no siempre es necesaria. Cada caso es único y debe ser evaluado por un profesional odontólogo para determinar si es necesario extraerlas. Hay varias situaciones en las que puede ser recomendable la extracción de estas muelas:

  • Falta de espacio: Si las muelas del juicio no tienen suficiente espacio para erupcionar correctamente en la boca, pueden ejercer presión sobre los dientes vecinos, causando apiñamiento dental y desplazamiento de la dentadura. En estos casos, la extracción puede ser necesaria para prevenir problemas futuros.
  • Dolor o molestias: Si las muelas del juicio causan dolor recurrente, inflamación de las encías o infecciones, puede ser necesario extraerlas para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones más graves.
  • Infecciones o caries: Las muelas del juicio son propensas a la acumulación de bacterias y sarro, especialmente si no han erupcionado completamente. Esta acumulación puede provocar infecciones en las encías y caries en los dientes vecinos. En casos de infecciones frecuentes o caries graves, puede ser necesario extraer las muelas del juicio.
  • Daño a estructuras adyacentes: En algunos casos, las muelas del juicio pueden dañar estructuras vecinas, como las raíces de otros dientes o el tejido óseo. Si el daño es significativo o existe un riesgo de daño mayor en el futuro, la extracción puede ser la mejor opción.

Es importante destacar que solo un profesional cualificado puede determinar si es necesario extraer las muelas del juicio en cada caso particular. Un examen dental completo y radiografías son herramientas fundamentales para tomar una decisión informada sobre la extracción.

¿En qué consiste la extracción de las muelas del juicio?

La extracción de las muelas del juicio es un procedimiento común que se realiza bajo anestesia local para garantizar el mínimo dolor y malestar para el paciente. La técnica utilizada puede variar según la posición de las muelas y la complejidad del caso en particular.

En la mayoría de los casos, la extracción implica efectuar una incisión en la encía para acceder a la muela del juicio. A continuación, se procede a remover la pieza dental, separando cuidadosamente las raíces y, en algunos casos, extrayendo pequeñas porciones de hueso que puedan estar rodeándola.

Después de la extracción, el área se limpia y se pueden colocar puntos de sutura para favorecer la cicatrización adecuada. Estos puntos suelen ser absorbibles y no necesitan ser removidos más adelante.

Es normal experimentar ciertas molestias y hinchazón después del procedimiento. Siguiendo las indicaciones del profesional, se pueden tomar analgésicos y aplicar compresas frías para ayudar a reducir la inflamación. Es importante mantener una buena higiene bucal durante el proceso de cicatrización para evitar la acumulación de bacterias.

Es fundamental seguir las instrucciones postoperatorias proporcionadas por el dentista, ya que cada caso puede requerir cuidados específicos. Esto incluye evitar alimentos duros o pegajosos, mantener una dieta blanda los primeros días y abstenerse de fumar, porque el tabaco puede afectar negativamente el proceso de curación.

En algunos casos más complejos, puede ser necesario derivar al paciente a un especialista oral o maxilofacial para realizar la extracción de las muelas del juicio. Estos profesionales cuentan con una amplia experiencia y conocimiento en procedimientos quirúrgicos bucales.

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